Relato Escrito
Aventuras de miércoles por la tarde
Por Tatiana Rojas Ramírez

Iglesia Nuestra Señora de Lourdes.Chapinero. Bogotá
Imagen tomada por Tatiana Rojas Ramírez
Este relato escrito es una actividad que integra la Fase 2 del curso Narrativas.
El tema elegido para desarrollar este relato fue la religiosidad. Escogimos este, porque consideramos que las creencias religiosas siguen siendo importantes en la cultura de los habitantes de Bogotá; recordemos que Colombia, aunque es un país laico, la mayoría de sus habitantes sigue profesando el catolicismo como su religión.
Para la redacción del texto realizamos un ejercicio de observación, basándonos en una ficha que nos ayudó a recabar detalladamente la información que más adelante nos serviría como fuente de inspiración.
Ese miércoles gris, el frío era imperceptible para Gabriel debido al calor generado por su cuerpo al caminar enérgicamente por la concurrida carrera 13, vía que atraviesa Chapinero. Gabriel, al igual que todos los peatones que transitan por allí, debía hacerse un lugar entre hileras de vendedores, ciclistas y otros peatones que atiborran los estrechos andenes. Para él, la incomodidad, al principio era solo un pequeño sacrificio para llegar a la imponente Iglesia de Nuestra Señora de Lourdes, emblemático templo gótico al que infaltablemente asistía los miércoles a las 5:00 p.m. para la misa y pagar la promesa hecha a San José, santo patrono de los trabajadores, por haberle conseguido empleo.
Gabriel, un ingeniero de sistemas, metódico, organizado y familiar, siempre había tenido trabajo estable hasta 2018, cuando la empresa a la que pertenecía quebró, coincidiendo con su cumpleaños cuarenta, haciendo más difícil su ubicación laboral. Durante un año, envió enemil currículos, presentó cientos de entrevistas, realizó otro tanto de pruebas, se hizo recomendar de amigos, pero como la suerte le era esquiva, probó realizando refuerzos de matemáticas a colegiales. Lamentablemente, los ingresos no le alcanzaban y añoraba conseguir nuevamente un buen empleo. Entonces, cansado y deprimido, decidió seguir el consejo de su abuela Ana, una culta, fervorosa y adorable mujer: rezar la novena a San José.
“Oh querido San José, mi bendito escolta y único guardián, el más juicioso y bondadoso hombre con un corazón tan noble y un alma armónica y gloriosa llena de afecto. Acudo a ti en mi agobio para pedir tu auxilio. Pon tus amorosas manos en mí crítico problema laboral y solicita al Dios creador que con su bondad inagotable esparza su Espíritu Santo sobre mí y que por su majestuosa disposición me salve y dé solución a tan desesperada situación” rezó por nueve noches Gabriel.
La novena dio sus frutos. Al mes, el ingeniero fue llamado de tres empresas para presentar entrevista. Proceso que culminó con la firma en una prestigiosa compañía, un contrato a término indefinido con prestaciones y una jugosa cifra.
El primer miércoles salió a las 4:30 p.m. de su oficina en el Centro Internacional, para alcanzar a la misa de 5:00 p.m. tomó un taxi directo Caracas hasta la calle 63, y sin contratiempos llegó puntual, pero a medida que pasaban los días trasladarse desde allí hasta Lourdes (que aunque accesible, tiene sus lides) y cumplir las nueve misas, dejó de ser un sacrificio para volverse un vía crucis. Si no era el trancón, era la manifestación… de la Caracas o la Séptima, así que probó taxi, Úber, y Transmilenio por esas vías, incluso, la Circunvalar, pero dios santo, el tráfico en Bogotá a esa hora es ¡horrible! Entonces, optó por caminar. Una hora duraba el trayecto en el que esquivó peatones, ciclistas, vendedores, limosneros y hasta raponeros. Llegaba transpirado, lloviznado, agitado, asustado…como fuera para sentarse en la misma banca junto al vitral de Jesucristo y cumplir su promesa. Para él era mejor no tentar al santo. Amén.
Análisis del Relato escrito
Aventuras de miércoles por la tarde
